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Uno de los pilares de la medicina orthomolecular es el estudio del stress oxidativo (nivel de radicales libres) presentes en el paciente.
Stress Oxidativo es la reacción orgánica que se origina como consecuencia de la incapacidad del sistema antioxidante de neutralizar los radicales libres.
Radical libre es todo átomo o molécula que tiene electrones no apareados en su órbita externa. Son sustancias inestables de vida media extremadamente corta, que se multiplican en cascada, y son neutralizados por otro radical libre (fenómeno de óxido-reducción) o por la acción de antioxidantes enzimáticos endógenos producidos en el organismo. Están presentes desde el nacimiento y son considerados responsables de enfermedades y procesos de envejecimiento y muerte.
Son fuentes de radicales libres, el sol, radiación, medicamentos, alimentos, conservantes y estabilizantes. La más importante en el organismo es el oxígeno y sus alteraciones en más (hiperoxia) o en menos (hipoxia). Otra fuente productora es el sistema inmunológico por el efecto bactericida (efecto benéfico de los radicales libres).
En condiciones normales existe un equilibrio entre la producción de radicales libres y la capacidad antioxidante endógena, con o sin el aporte exógeno administrado con alimentos y suplementos nutricionales.
Los antioxidantes que neutralizan el efecto lesivo de los radicales libres actúan en presencia de ciertos micronutrientes como el zinc, cobre, manganeso, cisteína, selenio, hierro y vitamina B2.
Si el deficit se produce por uso excesivo y prolongado de antioxidantes endógenos o no fueron repuestos en igual forma, será necesario suplementar con antioxidantes por vía oral o parenteral, en forma orientada, equilibrada y secuencial, programada y completa.
Es de gran importancia mantener el cuerpo suplementado a través de una alimentación ideal, equilibrada y armónica, la mejor fuente de antioxidantes.