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Entre las diez principales causas de muerte -incluyendo enfermedades del corazón, cáncer y diabetes- siete están vinculadas a una única enzima del cuerpo.
Se denomina 5-lipoxigenasa o 5-LOX, su exceso puede crear una cascada de condiciones inflamatorias peligrosas para el organismo.
En respuesta a los hábitos dietéticos pobres, el cuerpo sufre una sobrecarga de ácido araquidónico. Para eliminar este ácido, aumenta la producción de enzimas como la 5-lipoxigenase (5-LOX), su aumento y el de los productos finales formados a partir de la degradación del ácido araquidónico, da como resultado una constelación de trastornos relacionados con la edad.
5-LOX estimula la fabricación de moléculas pro-inflamatorias llamadas leucotrienos.
Cientos de estudios publicados conectan los leucotrienos a la enfermedad cardiovascular, cáncer, artritis, y trastornos respiratorios tales como asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). También se han implicado en la enfermedad de Alzheimer, enfermedad inflamatoria intestinal, y osteoporosis.
En el siglo 21 casi todos somos una “inflamación ambulante”, sea por stress, por lo que comemos, o por otra razón. Entonces debemos luchar contra la inflamación silenciosa.
Cuando las patologías crónicas ya avanzaron en forma indolora y silenciosa como la hipertensión, enfermedad coronaria y cerebrovascular, artrosis, pérdida de memoria, diabetes e incluso cáncer; el abordaje es tardío y sin respuesta en la medicina convencional.
La medicina orthomolecular -identificados los factores de riesgo en cada persona- puede controlarlos y evitar la enfermedad y sus complicaciones. Eventualmente si la enfermedad ya está instalada puede tratar en forma conjunta con la medicina convencional, y mejorar la calidad de vida en las patologías crónicas, degenerativas o terminales.