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  • Chocolate … necesito algo dulce

    El síndrome de compulsión alimentaria, en general por los hidratos de carbono, tiene como síntoma principal la polifagia. Normalmente a las mujeres les gusta el chocolate y se comen la caja entera, aumentando de peso por el exceso de calorías. Este proceso tiene su explicación en la bioquímica cerebral, neurotransmisores y neurociencia del comportamiento.

La compulsión alimentaria puede ser periódica o nocturna, se relaciona generalmente con niveles elevados de ansiedad y déficit de serotonina o dopamina. La deficiencia de serotonina puede ser secundaria a los fenómenos depresivos en pacientes con ganancia de peso o en pacientes con altos niveles de ansiedad, donde la liberación de dopamina y cortisol inhiben la síntesis de la misma. Además, altos niveles de cortisol estimulan el ph ácido que destruye la flora bacteriana intestinal, determinando así insuficiente conversión del triptofano en 5 hidroxi-triptofano y éste en serotonina. Este es uno de los factores nutricionales asociados al stress más determinante del aumento de peso, a través del fenómeno compulsivo por déficit de serotonina.

Es fundamental conocer el grado o intensidad de la sensación de hambre, algunos niegan sentirlo, pero frente a la comida demuestran que el problema es la falta de saciedad. La persona tiene auto percepción del problema.

No existe dieta sin hidratos de carbono.

El tipo de dieta, normoglucídica, hiper o hipoglucídica se debe valorar como así también el índice glicémico y la carga glucémica. La dieta generalmente es híperglucídica y se debe llevar un registro alimentario para conocer el grado de compulsión alimentaria, identificando como primer paso, el tipo de alimentación y actividad del individuo.

En un diario, se escribe no solo cuándo y qué ha comido, sino también dónde, con quién, de qué modo (sentado, de pie, andando), con qué sentimiento y hambre.

Brinda información adicional de interés el registro del manejo de los alimentos, (compra, almacenamiento, preparación, limpieza, etc). Con esta información se establecerán técnicas para modificar el comportamiento.

La práctica orthomolecular evalúa la bioquímica cerebral y los neurotransmisores, y aplica efectivos tratamientos contra la compulsión alimentaria, en pacientes obesos o con distimía, ansiedad o depresión.

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