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La medicina antienvejecimiento tiene como objetivo mejorar y mantener el bienestar como un medio no solo de prolongar los años sino mejorar la calidad de vida. Sus principios pueden ser integrados a cualquier especialidad médica beneficiando el mayor número posible de personas, cada vez de mayor edad y más saludables.
En 1990 surge en Estados Unidos con el objetivo de modificar la forma de tratar el envejecimiento. Dos años más tarde el Dr. Ronald M. Goldman y el Dr. Ronal Klatz, junto con un grupo de médicos crean la American Academy of Anti-Aging Medicine, que provoca una verdadera revolución dentro de la medicina. Hasta entonces se consideraba que nada se podía hacer con el envejecimiento, solo resignarse a tratar las enfermedades, reconociendo a la Geriatría como la especialidad para tratar a los inexorables viejos.
La medicina antiage preconiza cambios en el abordaje del envejecimiento, siendo tratado activamente como una enfermedad con nuevas intervenciones médicas. La actitud deja de ser pasiva, con la percepción de que varios cambios de hábitos y el uso de sustancias pueden provocar mejoras en la forma de envejecer.
La primera medida es la prevención de afecciones o tendencias a enfermedades. Es ante todo una medicina preventiva, que identifica factores de riesgo para enfermedades crónicas y responsables del proceso de envejecimiento, diagnostica alteraciones a nivel funcional y metabólico antes que se manifiesten como patologías con alto costo humano y financiero en su tratamiento.
Así se establecieron los cinco pilares del antienvejecimiento, a partir de los cuales se logra un envejecimiento saludable y regeneración eficaz, con dieta y nutrición equilibrada, el manejo del stress, actividad física, suplementos alimentarios con vitaminas y minerales, y reposición hormonal.
La longevidad puede ser aumentada y existe la posibilidad de lentificar el proceso de envejecimiento. Mejorar la cantidad y calidad de vida.